ACEPTANDO SU AUSENCIA

Todos sabemos que llegara el día en que dejaremos este mundo, es algo inevitable, pero cuando un ser querido nos deja, el dolor de no verlo mas junto a nosotros cobija la inmensidad de todo nuestro ser, nos aferramos al deseo de querer volver el tiempo atrás, de tener el poder de cambiar lo que se vive en ese momento y, al final, con todo y nuestro dolor lo terminamos por aceptar.

Por un tiempo ese dolor por la perdida de un ser amado nos acompaña y nos trae recuerdos de lo vivido con el, comprendemos que la vida continua y que debemos rendir tributo a los que partieron viviendo nuestra vida lo mejor posible, dando lo mejor de nosotros mismos. A veces los recordamos entre lagrimas o entre aquellas anécdotas que nos arrancan una que otra carcajada, de esta forma, nuestra resignación se va completando y nuestro dolor se vuelve guía para otros que sufrirán perdidas en el futuro.

Talves se pregunten el porque de este breve articulo, la verdad es que nuestra sociedad al igual que otras a veces necesitan unas simples palabras sobre un tema tan silencioso como ese de poder decir adiós, de aceptar que aquellos que partieron siempre estarán con nosotros, pues se dice que dejan de vivir hasta que el ultimo que los amo se reúna con ellos.